El miércoles, 6 de abril, las componentes del Club de Lectura Ítaca volvimos a reunirnos para comentar en este caso la lectura de la novela Rosa Cándida, de la escritora islandesa Auður Ava Ólafsdóttir.
Nos ha gustado mucho a todas.
Pensando en el poder inspirador de la literatura, podría decirse que estamos ante una narración única por su manera de afrontar buenamente aquellos episodios que a simple vista pueden resultar realmente trágicos y desilusionantes. Cada episodio nos aproxima con desnudez y naturalidad al ser mismo tras la desgracia.
Muchos escritores no han ocultado sentirse más inspirados para contar desgracias que para transmitir alegrías. Estas, simplemente se viven. Sin embargo, los momentos en los que la vida nos paraliza con su dureza, invitan a la reflexión, pues hay que tomar decisiones e intentar entender esa desgracia.
En este sentido, Rosa Cándida, es casi una epifanía, una revelación de que somos lo que llegamos a trabajar en nosotros mismos, de que la vida, casi siempre, se halla determinada por nuestros hallazgos. Se crece espiritualmente si nos entregamos naturalmente a la búsqueda.
Un joven, que vive en un país del que nunca se dice su nombre, pero que todos intuimos que se trata de un país del norte de Europa, lo deja todo tras la muerte trágica de su madre con la que tenía un enorme lazo de unión y simpatía vital, amos aman el delicado mundo de la jardinería, ambos pasan su tiempo realizando recetas culinarias imposibles y singulares; el personaje, acompañado siempre por el recuerdo constante de los momentos vividos con su madre y dejando atrás a su hermano gemelo, discapacitado, y a su padre, protector, muy mayor, que, temeroso de su marcha, sin embargo lo deja ir. Deja también atrás el recuerdo de una mujer que apenas conoce de una noche y con la que tiene una hija de nueve meses.
En el camino encuentra lugares, personas, hace amistades, reencuentra otras y, sobre todo, fija la atención en afrontar la búsqueda de un tipo infrecuente de rosa, la llamada “rosa cándida”, que tiene ocho pétalos y carece de espinas. ¿Encontrará la rosa?
Los padres son tanto o más importantes que las madres, si se dieran cuenta de ello tendríamos un mundo mejor... Aquí sabemos de eso: los vikingos dejaban a sus familias para ir a robar y violar, destrozaban hogares y luego volvían al suyo a descansar... Mi libro es una oda al hombre, a la nueva masculinidad; es totalmente antivikingo.
Auður Ava Ólafsdóttir sobre su libro, Rosa Cándida.
¿Puede alguien que haya crecido en la espesura de un bosque, donde hay que abrirse camino entre la infinidad de troncos para llevar una carta al correo, comprender lo que es tener que esperar toda la infancia para que crezca un solo árbol?
Cita del libro, Rosa Cándida.
Sin duda, otro libro necesario. Nuestra próxima cita será en mayo, cuando hace la calor, como dice el romance. En esta ocasión nos enfrentaremos a una lectura dramática que nos pone de cara la dura actualidad, Estado de sitio, del autor francés Albert Camus.