El árbol de la ciencia es una obra de Pío Baroja en la que, a través del personaje de Andrés Hurtado (con el que se identifica el propio autor), realiza una extensa crítica a la España de la época en todos sus aspectos: político, económico, cultural, social, educativo, etc. Así, vemos cómo tras la narración de la vida de nuestro protagonista se esconde esta profunda crítica, entremezclada con una profunda reflexión filosófica.

Para este desarrollo de pensamiento el autor utiliza el diálogo entre Hurtado y su tío Iturrioz. Este último es el personaje que va abriendo el camino de la respuesta a las preguntas que le hace su sobrino. Este personaje representa a Baroja en su edad adulta, mientras que Andrés representa a un Baroja joven.

Personalmente, este libro me ha producido sensaciones y pensamientos contrarios. Por un lado, me resulta un tanto complicado de leer, pues es un libro que esconde numerosas reflexiones y críticas, esenciales para entender la intención del autor en la obra. Sin embargo, me atrae esta misma profundidad de ideas que alberga el libro, pues expresa de manera excelente algunos temas filosóficos, como el eterno debate de conocer o vivir, el árbol de la vida o de la ciencia.

Asimismo, me resultó complicado el inicio del libro, pues es una parte donde las reflexiones filosóficas son menos profundas, con abundantes críticas y descripciones. No obstante, me parece brillante la manera en la que, en la parte cuatro, el autor expresa su debate filosófico a través de la discusión entre Iturrioz y su sobrino.

Por último, me parece una obra con un contenido muy interesante y la recomendaría a todo el mundo que se interese en la Filosofía y en la España del momento. Cabe destacar, a su vez, que la complejidad del libro crea ciertas restricciones de edad, pues es necesaria cierta madurez para entender completamente su contenido.

ANTONIO GÁMIZ VÉLEZ, 2º BACH A