La escuela de adultos es una buena oportunidad para todas aquellas personas que no han tenido ocasión de estudiar. Por un lado, los jóvenes tienen la ocasión de retomar esos estudios que dejaron y, por otro lado, los adultos podemos formarnos. En otras épocas había muchas familias que no podían permitirse pagar unos estudios a sus hijos, y esos mismos hijos tenían que ponerse a trabajar desde una edad muy temprana para aportar a la familia los ingresos que no tenían. La escuela les da una segunda oportunidad y les proporciona las mismas oportunidades laborales. Ya que hoy en día es necesario tener una mínima formación para conseguir un trabajo, la escuela nos abre puertas que en algún momento veíamos cerradas. En mi caso, estoy estudiando porque necesitaré el título en algún momento, ya que el mundo avanza muy rápido y nosotros nos tenemos que adaptar a él.
Esperanza Vidal Guerrero, alumna de ESPA II ( Educación Secundaria para Adultos)