Nos llegó hace días esta poesía, cuando llovía y no podíamos salir.
Si cerramos los ojos, podemos escuchar la lluvia golpeando los cristales y ese olor a tierra mojada.
Árboles mojados,
Cielo cerrado,
Corazón estancado.
Pero todo aquí dentro
Está muy tranquilo.
Velas, calefacción, aguja e hilo;
Esconde el miedo bajo el colchón,
En alguna lata,
Debajo de una tabla
O gritándolo por la ventana.
Cultívalo,
Léelo,
Exprésalo,
Báilalo
Hasta que no sean tus besos
Delito,
Y mi miedo se escape
Por las rendijas del suelo.
Te dibujaré en mi cuaderno
Hasta que no me quede tinta,
Escucharé tu nombre
en un rayo de sol.
Te colarás en todos mis pensamientos
Y me tropezaré contigo
En todos mis sueños.
Entonces florecerás,
Y mientras te enviaré
Un abrazo con olor a lluvia.
Para que lo encuentres
En todas las canciones que te dedico
Te encontrarás
Un beso mío prensado entre las hojas
De un libro,
Y mi olor en tus sudaderas.
Todo aquí dentro se siente muy tranquilo
Pero estaría mejor sin tanto eco.
Allegra Guerrero Fischer, 4º ESO C.