La batalla de Shiroyama es la batalla que zanjó el final de la rebelión Satsuma, se luchó el 24 de septiembre de 1877, los japoneses samuráis contaban con 500 hombres y los rebeldes con 20.000, los samuráis todavía usaban katanas y armas blancas como kunais o cuchillas, mientras que los rebeldes usaban armas de fuego, los japoneses imperiales (rebeldes) envió un contingente a las cercanías del castillo Kumamoto, en Kyūshū, cerca del pueblo de Shiroyama, los samuráis de la dinastía Satsuma, liderados por Saigō Takamori se enfrentan a las fuerzas rebeldes, los rebeldes rodearon a los samuráis, dejándolos completamente expuestos, intentaron escapar por el castillo pero solo consiguieron empeorar la situación, los japoneses samuráis decidieron hacer como Leónidas en las Termopilas y sacrificarse, pero si morían la dinastía desaparecería, así que usó las estatuas de buda para fabricar armas, eso les sirvió pero la derrota era absoluta, al final todos los samuráis murieron incluyendo a Saigō.
Igualmente, el imperio no llegaría a mucho dado a que en 1945 tras Hiroshima y Nagasaki acabaría siendo dominado por Estados Unidos, que lo convertiría en democrático.