Esta novela trata de cómo Santiago (conocido en el libro como “el viejo”) después de adentrarse en el mar con tal de pescar un simple pez, reflexiona sobre todo en general. Reflexiona sobre su vida, su viaje África cuando era joven, la muerte de su mujer, su amistad con el muchacho, un joven pescador, que ha crecido por decirlo de alguna forma, en los brazos del viejo y al que este tiene mucha estima). Todo esto surge a raíz del momento en que le viejo salió a pescar. Tuvo la suerte de dar con un pez muy grande, ni él mismo se podía imaginar lo grande que era. Como el pez era tan grande, no se limitaba a no dejar que el viejo lo atrapara, sino que llevó el bote a la deriva durante tres días, hasta que el viejo logró capturarlo y volver a tierra.

A pesar de todo su esfuerzo, de luchar con tiburones, de destrozarse las manos con la idea de traer un pez, nadie lo valoraba, incluso se reían de él. Pero el muchacho, agradecido, fue el único que lo cuidó y se alegró de que estuviera a salvo a pesar de la aventura tan arriesgada.

Me parece un libro sumamente interesante ya que nos hace ver cómo el trabajo muchas veces no se valora.

El viejo era una persona que había dado la vida por pescar un simple pez, por llevar algo de comida a tierra, y al llegar al gente le arrebató su trabajo e incluso se mofaron de él. Esto nos hace ver lo despreciable y egoísta que es el ser humano en muchos aspectos.

Me gusta la forma en la que está escrito este libro porque es sencilla y fácil de entender. Además en pocas páginas el autor ha sabido plasmar los valores y la intención de la historia.

Lo recomiendo ya que creo que nos enseña valores importantes, además la historia es llevadera e intrigante.

Por Claudia Ramos