El certamen para el fomento de la lectura, MI LIBRO PREFERIDO, finaliza en Andalucía con la participación de 1200 alumnos/as pertenecientes a 183 centros. El concurso está organizado por la Fundación Cajasol y Fundación José Manuel Lara y se dirige a centros de secundaria de la comunidad andaluza.
Este año ha resultado finalista de la provincia una alumna de nuestro centro, Nophar Kamin Kvint, gran lectora y mejor escritora, con su reseña sobre este maravilloso libro.
Enhorabuena, estamos muy contentos/as por tu éxito.
Compartimos aquí la estupenda reseña de Nophar.
Matar un ruiseñor, Harper Lee (1960)
Leí mi primera palabra a la edad de dos años y medio, creo que ese fue el momento en el que me sumergí en el mundo de la lectura. No puedo decir que estoy loca por los libros, porque conozco a gente que está en medio de quince libros y tienen una colección de libros esperándoles después de finalizar el siguiente. Pero reconozco que leo mucho y que cuando leo un libro bueno, puedo aguantarlo en la mano todo el día. Tengo dos hermanos mayores, así que cuando era pequeña, mi madre solía leernos libros, un capítulo por noche, y nosotros escuchábamos atentamente. No hay ningún tipo de libro que me guste especialmente, leo un poco de todo y varía mucho lo que me gusta. Los dos factores con los que sé si me gusta una novela o no, son la historia y, sobre todo, la manera en la que está escrita. Es increíble la manera en la que me sumerjo en un mundo que no es real, y que lo hago para ignorar todo lo demás.
Cuando por fin encuentro un libro bueno, puedo leerlo horas seguidas, quedarme despierta hasta la una de la madrugada leyendo y no me puedo concentrar en otra cosa. Suelo leer en inglés, siento que tengo un vocabulario más extenso en este idioma, pero también leo en español. A parte de ambos idiomas, sé leer en hebreo (bastante peor que en inglés o español) y creo que al ser trilingüe me abre más puertas en lo que es el mundo de la literatura.
No hay duda de que la lectura no es solo palabras inscritas en un papel, sino un mundo entero, con personajes, lugares, emociones que pueden afectar a cualquiera que lo lea. La lectura nos deja una marca en nuestros conocimientos, y por ello es una de las mejores cosas que le ha ocurrido al ser humano.
Respecto a mi libro favorito, diré que cada vez que me hacen la pregunta de cuál es mi libro preferido, automáticamente respondo Harry Potter, pero, al planteármelo, pienso que es una obsesión, sobre todo. Por lo tanto, he decidido hacer la redacción sobre otro libro que me ha encantado, titulado, Matar un ruiseñor, el cual me leí muy recientemente. Esta novela de Harper Lee está situada en Maycomb, Alabama, en los años treinta, durante la Gran Depresión, y trata de los conflictos entre clases y razas humanas en aquella época y en aquel lugar. Me gustó especialmente el hecho de que explica lo que era una cultura diferente y que son tiempos y maneras de actuar totalmente desconocidas a nuestra generación y a nuestra actualidad en la mayor parte.
En el pequeño pueblo en el que vive la protagonista y su familia todas son personas conocidas, o de las que se han oído rumores, por lo que cuando fue acusado Tom Robinson, un hombre negro, de violar a una jóven blanca de 19 años fue mencionado por todo el pueblo. El personaje principal, la pequeña Scout Finch de la edad de 6 a 9 años, cuenta su vida, sus aventuras con su hermano, Jem, y nos informa del caso de Tom Robinson, el hombre al que defiende como buen abogado que es el padre dESOt, Atticus.
Me gusta que el juicio realmente no comienza hasta más de la mitad del libro, antes de eso, Scout nos cuenta desde sus ojos jóvenes, su vida y experiencias en aquel pueblo. También me gusta que contiene mucho diálogo, por lo que es difícil perderse en las palabras. Al leer este libro, me he imaginado a cada una de las muchas voces y a cada una de las muchas personas, algo que me parece muy importante en la lectura de una novela.
La conclusión que me ha transmitido la novela fue que cada hombre y mujer tiene derecho a ser defendido ante la ley, que cada persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario y que blanco, negro, hombre, mujer y toda persona tiene derecho a vivir en libertad y a no tener que temer de las opiniones de los demás.
Vivir en paz y armonía con todos es imposible, siempre hay algún conflicto, pero el respeto no debe perderse por el hecho del color de tu piel, de tu sexo, de las distintas categorías que destaca incorrectamente la sociedad en la que vivíamos, vivimos, y, probablemente, viviremos. Así se dice en la novela: Nunca entiendes realmente a una persona hasta que consideras las cosas desde su punto de vista…” “¿Señor?” «… hasta que te metes en su piel y caminas con ella.
Atticus Finch (Matar un Ruiseñor: Harper Lee).
Nophar Kamin Kvint, 1º ESO D
IMAGEN DE LA PELÍCULA MATAR UN RUISEÑOR, ROBERT MULLIGAN (1962)